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Consejos para padres de adolescentes

Consejos para padres de adolescentes

Por: Academia Americana de Pediatría / 12 marzo 2024

La adolescencia es la época entre la niñez y la edad adulta cuando su hija o hijo pasará por muchos cambios físicos y emocionales. Se inicia con la pubertad, que, en el caso de las niñas, suele comenzar entre los 8 y los 13 años de edad, y, para los niños, entre los 10 y los 14 años de edad. Aunque esos años pueden ser difíciles, también puede ser una época gratificante al ver cómo su adolescente se convierte en un adulto independiente, considerado y responsable.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) ofrece los siguientes consejos para ayudarle a usted y a su hijo(a) a navegar por la adolescencia. Usaremos la palabra “adolescente” para referirnos al adolescente en sí, así como al preadolescente:


Pase tiempo en familia con su adolescente. Aunque muchos adolescentes parecen más interesados en sus amigos, esto no significa que no estén interesados en la familia.

Pase tiempo a solas con su adolescente. Aunque su adolescente no quiera pasar tiempo a solas con usted, recuérdele que puede contar con usted cuando quiera hablar o ser escuchado. Un modo de estar disponible es ofrecerse a llevarlo a algún lugar a donde tenga que ir, lo que constituye una excelente oportunidad de hablar.

Cuando su adolescente hable:

- Préstele atención.
- Observe y escúchelo atentamente.
- Trate de no interrumpirlo.
- Pida mayores destalles si no entiende algo.
- Si no tiene tiempo para escuchar, reserve una hora que sea apropiada para ambos.

Respete a su adolescente. Está bien que esté en desacuerdo con él, pero expréseselo de manera respetuosa, sin ofenderlo. No desestime sus sentimientos ni opiniones, por más tontos o inconscientes que parezcan. Es muy probable que usted no pueda ayudar a su adolescente siempre que este esté molesto, pero es importante decirle: “Quiero entenderte” o “ayúdame a entenderte”.

Cuando se necesiten reglas, establézcalas y hágalas cumplir. No tema perder popularidad por un par de días. Aunque no lo crea, los adolescentes ven los límites como una forma de cariño.

Trate de no enojarse si su adolescente comete errores. Esto ayudará al adolescente a asumir la responsabilidad de sus actos. Ofrézcale orientación cuando sea necesario. Dirija la conversación hacia las soluciones. Por ejemplo, es mucho mejor decirle: “Me molesta que tires la ropa al piso”, en lugar de: “¡Eres un perezoso!” Prepárese para negociar y llegar a un acuerdo. Esto le enseñará a su hijo a solucionar los problemas de un modo saludable. Recuerde elegir sus batallas. Pase por alto las cosas pequeñas que no merecen una pelea grande.

Critique una conducta, no una actitud. Por ejemplo, en lugar de decirle: “Llegaste tarde. ¡Qué irresponsable eres!”, “¡no me gusta tu actitud!”, podría decirle: “Cuando llegas tarde, me preocupa tu seguridad. Confío en ti, pero cuando no me llamas y no sé dónde estás, me imagino que te ha pasado algo malo. ¿Qué podemos hacer para que llegues a tiempo y me avises dónde estás o si te vas a retrasar?”.

Mezcle las críticas con los elogios. Su adolescente necesita saber cómo se siente usted cuando hace algo que usted desaprueba. Procure mezclar comentarios positivos con las críticas. Por ejemplo: “Estoy orgullosa de que puedas tener un empleo y a la vez terminar tus tareas. Me gustaría que usaras parte de esa energía para ayudar a lavar los platos después de las comidas”.

Permita que su adolescente sea adolescente. Dele cierta libertad de acción en cuanto a su vestuario, su peinado, etc. Muchos adolescentes pasan por un período de rebeldía en el que quieren expresarse a sí mismos de un modo diferente al de sus padres. Sin embargo, esté pendiente de los mensajes y las clasificaciones de la música, las películas y los juegos de video a los que están expuestos.

Sea ante todo un padre, no un amigo. La separación de su adolescente de usted como padre es parte normal del desarrollo. ¡No lo tome a pecho!

No tema compartir con su hijo los errores que ha cometido como padre o adolescente.

Hable con el pediatra si necesita consejo sobre cómo hablar o llevarse bien con su adolescente.

Preguntas comunes

Las siguientes son respuestas a preguntas habituales de padres de adolescentes. La información se ajusta tanto a hijas como a hijos.

  • Dietas e imagen corporal

“Mi hija siempre está ensayando nuevas dietas. ¿Cómo puedo ayudarle a perder peso de manera segura?”:

Muchos adolescentes, especialmente las niñas, recurren a medidas extremas para perder peso porque quieren lucir como las modelos y artistas delgadas y atractivas que ven en las revistas, la televisión y el cine. Esté pendiente de cualquier dieta o programa de ejercicios que su hija esté siguiendo. 

Fíjese cuánto peso pierde y verifique que sea una dieta sana. Los trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pueden ser muy peligrosos. Si sospecha que su hija tiene un trastorno de la alimentación, hable con su médico de inmediato. 

Muchas dietas no son sanas para los adolescentes porque no contienen el valor nutritivo que necesita el cuerpo durante la pubertad. Si su hija quiere perder peso, anímela a aumentar su actividad física y a perder peso lentamente. Permítale comer según su propio apetito, pero asegúrese de que reciba las suficientes grasas, carbohidratos, proteína y calcio.

Si su hija decide volverse vegetariana, cerciórese de que siga una dieta vegetariana saludable. Es posible que necesite consultar con su doctor o un nutricionista para garantizar que reciba las suficientes grasas, calorías, proteína y calcio. Si su adolescente (como muchos adolescentes) está descontenta con su apariencia física, anímela a hacer ejercicio saludable.

  • Cigarrillo y tabaco

“Mi hija fuma a espaldas mías. ¿Cómo puedo convencerla de que deje de hacerlo?”:

El fumar puede convertirse en una adicción de por vida que puede ser muy difícil de romper. Hable con su adolescente sobre algunos de los efectos más indeseables de fumar, como son el mal aliento, las manchas en los dientes, las arrugas, la tos crónica y la disminución del desempeño atlético. El uso a largo plazo también puede llevar a serios problemas de salud como enfisema o cáncer.

Si sospecha que su hija está fumando o usando tabaco sin humo y usted necesita un consejo, hable con el médico. Programe una visita en la que usted y su hija puedan hablar sobre los riesgos asociados con el hábito de fumar y los mejores modos de dejar de hacerlo antes de que se convierta en un hábito de por vida.

  • Alcohol

“Sé que mi hijo bebe alcohol de vez en cuando, pero solo cerveza. ¿Por qué tengo que preocuparme?”:

El alcohol es la droga más aceptada socialmente y, a su vez, una de las más abusadas y destructivas. Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden afectar el buen juicio, provocar conductas riesgosas y violentas, y retardar el tiempo de reacción. Un adolescente intoxicado (o cualquier otra persona) detrás de un timón, hace que el auto se convierta en un arma mortal. Los choques de auto relacionados con el alcohol son la causa principal de muertes entre los jóvenes adultos de 15 a 24 años de edad. Si usted decide consumir bebidas alcohólicas en su casa, sea consciente del ejemplo que le da a su adolescente. Estas sugerencias podrían servirle:

- El alcohol nunca debe ser mostrado como un modo de afrontar los problemas.
- No beba en condiciones peligrosas, como, por ejemplo, al conducir un auto, cortar el césped o usar la estufa.
- No anime a su adolescente a beber o a tomarse un trago con usted.
- No permita que sus hijos beban alcohol antes de tener la edad legal. Enséñeles que nunca deben manejar si han bebido.
- Muéstreles a sus hijos que hay muchas maneras de divertirse sin tomar alcohol. Las ocasiones y sucesos especiales no tienen que incluir bebidas alcohólicas.


  • Hable con su adolescente sobre sexo

Antes de que su adolescente se vuelva sexualmente activo, asegúrese de discutir los siguientes temas con él:

Riesgos médicos y físicos. Los riesgos incluyen embarazo no deseado e infecciones de transmisión sexual, como gonorrea, clamidia, hepatitis B, sífilis, herpes, la enfermedad del sida y el virus del papiloma humano (VPH).

Riesgos emocionales. Los adolescentes que tienen relaciones sexuales antes de estar emocionalmente listos, pueden lamentar la decisión cuando sean mayores o sentirse culpables, asustados o avergonzados de la experiencia. Su adolescente debe preguntarse a sí mismo: “¿Estoy listo(a) para tener sexo?” o “¿Qué pasará después de que tenga sexo?”.

Relaciones sexuales más seguras. Cualquier persona que sea sexualmente activa necesita ser consciente de cómo prevenir embarazos no deseados, así como protegerse de infecciones de transmisión sexual. Siempre se deben usar condones junto con un segundo método anticonceptivo para prevenir embarazos y reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual.

Establecer límites. Asegúrese de que su adolescente sepa cuáles son sus límites sexuales antes de comenzar a tener citas. Y, más importante aún, hágale saber que
puede hablar con usted o con su doctor acerca de las citas y las relaciones. Guíelo durante esta importante etapa de su vida.


No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales su pediatra podría recomendar con base en los hechos y circunstancias individuales.


Por: Academia Americana de Pediatría (AAP)

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