Al igual que la succión digital, la utilización del chupo o entretenedor hace parte de la llamada succión no nutritiva, esto es, no relacionada con la alimentación y la nutrición.
El chupo o entretenedor es un remedo de pezón de caucho, plástico o silicona que se les ofrece tanto a niños o niñas pequeños con el fin de succionar, lo que se acompaña con frecuencia de un efecto relajante y tranquilizador. Durante los últimos 30 años, la utilización del chupo ha aumentado y la succión digital ha disminuido.
Con respecto a su utilización durante casi todo el siglo XX se desaconsejó esta práctica al relacionarla con aspectos tales como la higiene y el riesgo de infecciones, así como con posibles daños en la dentadura o entorpecimiento del desarrollo de la autonomía. En los últimos años se ha profundizado alrededor de los efectos benéficos de la utilización del chupo en lo que tiene que ver con la reducción del riesgo de aparición del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), asociado con otras acciones fundamentales como la recomendación mandatoria sobre la posición al dormir de los lactantes, siempre boca arriba, asociada con otras recomendaciones.
Nuevas corrientes del pensamiento se han convertido en pronunciamientos como el de la Academia Americana de Pediatría, en el sentido de que no existen razones científicas para prohibir el uso del chupo ya que la medición de sus riesgos frente a los posibles beneficios, puede favorecer su utilización bajo las siguientes recomendaciones de consenso:
La utilización máxima de este adminículo se describe entre el segundo y el tercer mes de vida extrauterina y se recomienda que en los niños que son alimentados al pecho, se debe retardar su introducción hasta que se haya establecido plenamente la lactancia natural, lo que ocurre usualmente entre la tercera y cuarta semana de vida. Es importante resaltar que diversos estudios científicos sostienen que no hay una relación adversa entre el uso del chupo y la duración de la lactancia o su exclusividad.
Para resumir, de distintas fuentes se plantean las siguientes recomendaciones generales acerca del uso del chupo que se agregan a las ya planteadas:
El chupo no se debe usar más allá del tercer año de vida.
Grupo de Puericultura de la Universidad de Antioquia (Medellín – Colombia)