La enfermedad respiratoria aguda (ERA) suele aparecer con los cambios bruscos de clima y, particularmente, durante períodos invernales. Nunca están de más las medidas de prevención para evitar que afecte a los niños.
Fuente: Secretaría Distrital de Salud de Bogotá
Solo en el primer semestre de este año en Bogotá, la ERA atacó a más de 42.000 menores de cinco años por el incremento en la circulación del virus sincitial respiratorio. Este fue la causa del 75% de las enfermedades respiratorias, de acuerdo con información de la Secretaría Distrital de Salud.
Es clave que los padres y maestros permanezcan alerta a los signos de alarma que puedan indicar la presencia de la enfermedad y sus complicaciones. Así mismo, aplicar las medidas de protección para cortar la transmisión del virus en la comunidad.
Aquí están algunas recomendaciones para prevenir, atender y tratar las infecciones respiratorias agudas:
Para que los niños permanezcan sanos
- Esté pendiente de que el menor tenga completo su esquema de vacunación.
- Favorezca y promueva la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y con alimentación complementaria adecuada a la edad del niño o la niña, hasta los dos años.
- Promueva el consumo de frutas y verduras.
- Practique y mantenga hábitos higiénicos como el baño diario de los niños con agua y jabón, así como el lavado frecuente de las manos, siempre después de hacer algún tipo de evacuación, al regresar a casa después de estar en espacios públicos (calle, cine, colegios, centros médi- cos, etc.) y antes de comer.
Evite resfriados por cambios bruscos de temperatura
- Protéjale la nariz y la boca al pasar de un sitio caluroso a uno frío o viceversa.
- No abrigue demasiado a los niños cuando estén en lugares cerrados. Permita que haya buena ventilación en los lugares donde se encuentren.
- No es recomendable llevar al menor a visitar enfermos.
- Si en la casa o en el jardín infantil hay alguien con gripa, evite que se acerque al niño y pídale que lave bien sus manos antes de tocarlo.
- Si se presenta algún cuadro gripal, no frecuente lugares muy concurridos con el fin de evitar la propagación del virus. Los menores de edad y docentes con fiebre y síntomas respiratorios deben quedarse en casa.
- Mantengan la casa, el jardín y el colegio limpios y ventilados, evitando corrientes fuertes de aire.
- Aspire con frecuencia tapetes y cortinas para contrarrestar el polvo.
- Lave con frecuencia los juguetes, en especial los que están hechos de paño o peluche.
- Evite prender vehículos en espacios cerrados o cercanos al niño.
- Los que viven cerca a zonas no pavimentadas o en construcción, deben rociar frecuentemente los andenes y entradas con agua, para evitar el polvo, así como mantener las ventanas cerradas en las horas de mayor actividad.
- Evite en los jardines y hogares, que el niño o niña comparta alimentos, bebidas y elementos de uso personal como cepillos de dientes.
Cómo cuidarlos en casa
- Manejo de la fiebre: si la temperatura en la axila es mayor de 38.3 grados centígrados, debe ser manejada de acuerdo con la indicación del pediatra.
- Suminístrele líquidos con mucha frecuencia.
- No le dé medicamentos que no hayan sido ordenados por el médico tratante.
- Manténgale limpia la nariz aplicándole una solución salina preparada en casa con 4 onzas de agua hervida y media cucharadita tintera de sal. Aplíquele 1 a 2 mililitros en cada fosa nasal.
- Esté atento a síntomas y signos que indican la necesidad de consulta.
Signos de alarma
- Respiración rápida: niños menores de dos meses que respiran más de 60 veces por minuto. Menores de dos a 11 meses que respiran más de 50 veces por minuto. Niños de uno a cuatro años que respiran más de 40 veces por minuto.
- Hundimiento de costillas o ruidos extraños (silbidos) al respirar.
- Inapetencia y vómito recurrente. Si es menor de dos meses, el simple hecho de que disminuya el apetito.
- El menor de dos meses que presenta fiebre y el mayor de dos meses con fiebre superior a 38.5 °C que se mantiene por más de tres días; si estando con fiebre por menos de tres días, permanece de- caído cuando su tempe- ratura corporal baja.
- El niño que está anormalmente somnoliento.