- Es un término acuñado por la psiquiatra argentina Paulina Redler, en 1977, para definir la relación y función del abuelo con respecto al nieto y los efectos psicológicos de este vínculo.
- Así como en la relación padre-hijo se habla de paternidad y en la de madre-hijo de maternidad, en la relación abuelo-nieto se habla de abuelidad.
- El padre y la madre que trabajan, o los padres adolescentes o solteros con frecuencia necesitan que los abuelos participen de manera activa en la crianza de sus hijos.
- Con los abuelos los nietos crecen en un entorno familiar lleno de cariño, lo que les aporta grandes beneficios, ya que los niños se sienten protegidos y amados.
- Los abuelos no siempre son sinónimo de ancianos. Hoy se ingresa a la abuelidad el día menos pensado, con plenitud de vida y facultades.
- Entre las funciones primordiales de los abuelos están:
- Respaldar a los padres en el proceso de la crianza sin intentar sustituirlos.
- Ejercer una autoridad complementaria indirecta.
- Transmitir el conocimiento ancestral como depositarios que son de la tradición cultural.
- Ser mediadores discretos y conciliadores de pareceres en la dinámica familiar.
- Conjugar en forma adecuada la comprensión, el cariño, la discreción, la equidad y el amor.
- Los nietos les aportan a los abuelos, felicidad, alegría, deseos de vivir y, tal vez lo más importante, el sentirse útiles.
- Es tanta la plenitud que el ejercicio de la abuelidad les aporta a los adultos mayores, que, con toda razón, Lois Wyse afirmó: “Si hubiera sabido cuán maravilloso es tener nietos, los habría tenido primero”.
Fuente: Ortiz J, Duque H. Cómo participan los abuelos en la crianza de los nietos.
San Pablo Editores.
Por: Juan FernandoGómez Ramírez
Pediatra puericultor